La motivación de las personas como parte esencial dentro del mundo del trabajo, es un tema sobre el que se está escribiendo mucho desde hace unas cuantas décadas.

Últimamente, también está pasando lo mismo con la productividad; se escribe mucho sobre ella. Y esto está ocurriendo  porque han surgido nuevas ideas, nuevos conceptos que están cambiando la base sobre la que se asentaba tal competencia. Hay nuevas formas de trabajar que están dando muy buenos resultados y, por tanto, la gente habla de ello.

Ahora bien, en general se habla de motivación o se habla de productividad, pero pocas veces se relacionan ambas. Casi siempre se habla de ellas por separado. Parece como si estos dos conceptos fueran cada uno por su lado, como si fueran unas líneas paralelas que, ni se juntan, ni se acercan. Y no es así o no debería serlo, ya que las dos nos llevan al mismo destino: “hacer”. Pero no “hacer cualquier cosa”; debemos entender “hacer” con relación a algo, a un objetivo, a nuestra perspectiva. Según nos demos cuenta de qué es lo que nos lleva a acción, unas veces pensaremos que es la productividad y otras la motivación.

Vamos a ver unas características que acompañan, siempre, tanto a las personas motivadas como a las productivas:

  • Siempre están buscando aprender cosas nuevas para mejorar. No se entiende la productividad ni la motivación sin la búsqueda de la mejora continua. Y para mejorar se necesita aprender, bien de los propios fallos o de lo que aprendemos de otros. Para ello es imprescindible evaluar, lo que hacemos y cómo lo hacemos. Debemos trabajar desde la humildad del que siempre espera mejorar algo todos los días. Una persona motivada o productiva siempre está atenta a cómo mejorar su trabajo y sus resultados.
  • Persiguen siempre algo. Es condición imprescindible para la productividad y la motivación tener muy claros los objetivos, las metas a alcanzar. Estas personas saben y conocen las consecuencias de lo que hacen en cada momento, tienen muy clara su perspectiva y el mapa que tienen que recorrer, el camino correcto a andar para llegar a su destino.
  • Son personas libres. Tienen la capacidad de decidir, por ellos mismos, sin dejarse influenciar por el entorno y las circunstancias. Como conocen a donde quieren llegar, y saben los pasos que tiene que dar, pueden elegir y saben decidir libremente que van a hacer.
  • Valoran y atienden todas sus áreas de responsabilidad. Este tipo de personas saben que pueden lograr lo que se proponen. Por tanto saben cuidar y atender aspectos de nuestra vida que perdemos en cuanto nos sentimos abrumados y sobrepasados por las circunstancias que nos rodean. También tienen objetivos sobre su vida personal, familiar, sobre su salud y desarrollo como personas.
  • Son personas comprometidas. Uno de los beneficios más importantes de la motivación y la productividad es la capacidad de adquirir compromisos para cumplirlos. Estas personas ven los compromisos como retos que se pueden alcanzar. Esta actitud les lleva a comprometerse con todo aquello que han visualizado que deben de lograr. Serán personas comprometidas y con ganas de sumar y llegar al destino elegido.
  • Son personas generosas. Saben compartir y de hecho lo hacen. No se guardan para si sus técnicas, sus formas de trabajar, comparten con los demás sus conocimientos y sus experiencias. Ayudan a los demás a mejorar, ya que están convencidos, de que esa actitud es muy importante para avanzar.
  • Son personas reconocidas por su valía dentro de la organización. Siempre puede haber excepciones y de hecho las hay, pero en general las personas motivadas y productivas son reconocidas en las empresas por los resultados que obtienen en comparación con otros compañeros.

La tragedia en la vida no consiste en no alcanzar tus metas. La tragedia en la vida es no tener metas que alcanzar” Benjamin E. Mays

Un trabajador motivado es más eficaz y responsable y a su vez, un trabajador productivo está siempre motivado. Por tanto, dentro de cada empresa se deben implantar políticas para desarrollar la motivación y productividad de sus integrantes.

La motivación y la productividad son dos aspectos que nunca deben faltar entre los miembros de cualquier organización. Desarrollar los compromisos adquiridos a través de los mismos supone un cambio cualitativo a la hora de llevar a cabo cualquier trabajo.

No hay duda de que también contribuyen de manera especial a mantener un ambiente agradable y proactivo, los cuales resultan, sin duda, indispensables si se quiere mejorar cualquier resultado que nos hayamos propuesto alcanzar.

 

José Ignacio Azkue