En estos momentos nos encontramos en una situación —parece ser que muy delicada—, en la que, desde numerosos frentes, se anima a las empresas y organizaciones a favorecer y a facilitar que sus trabajadores puedan cumplir con sus obligaciones laborales desde su casa. Y todo esto, debido al ya famoso coronavirus.

Sin quererlo ni buscarlo, se ha presentado una oportunidad para levantar barreras, romper moldes y condicionamientos mentales, para probar a muchos enemigos de esta posibilidad que trabajar desde casa también puede ser muy productivo y muy rentable, tanto para el trabajador como para la propia organización o empresa.

Este nuevo paradigma que forzosamente se ha presentado puede significar un importante reto para las organizaciones, porque tal vez obligue a que sus dirigentes modifiquen sus mentalidades —puede que sea esto lo que más cueste—, y es posible que también haya que hacer transformaciones en sus estructuras, no solo en la manera en la que se relacionan sus miembros, también en herramientas y aplicaciones para gestionar el trabajo de otra manera.

Aunque todas estas dificultades están siendo vencidas por las circunstancias momentáneas por las que atravesamos, en situaciones normales, todos estos cambios pueden llegar a generar resistencias que terminen por cerrar la posibilidad de que los miembros de estas empresas consigan cumplir con sus obligaciones, o con parte de ellas, desde su casa.

Pero retos nuevos e importantes se le van presentan a los que accedan al teletrabajo porque, ante esta nueva posibilidad, se tendrán que enfrentar a cambios que en ocasiones pueden representar ventajas, pero también a dificultades que puedan perjudicar el buen hacer de su trabajo.

Consejos para ser más productivo teletrabajando

Veamos unas consideraciones a tener en cuenta, especialmente para aquellas personas que se acercan a esta nueva posibilidad, aunque sea obligada por las circunstancias, para que esto del teletrabajo les resulte una experiencia más fácil, positiva y, sobre todo, más productiva.

  • Se deberá establecer un mínimo horario de trabajo

Es conveniente establecer una rutina en cuanto a las horas de trabajo y respetarlas, de esta manera, será más fácil resistirse a las diferentes tentaciones que se puedan encontrar por la casa. A través de esta práctica, se evitará relajarse y caer en el señuelo de pensar en compensar esas horas con otras posteriores, dentro de ese día o incluso con posponerlas a otra jornada. Establecer un horario de sueño saludable ayudará a lograrlo y a evitar que se trabaje hasta altas horas de la noche.

  • Deshazte de las distracciones

Un verdadero peligro pueden ser las tentaciones que tengas alrededor. Procura buscarte para trabajar un lugar aislado donde evites todo aquello que te pueda distraer. Créate un espacio, por pequeño que sea, que se convierta en exclusividad en tu puesto de trabajo.

  • Utiliza una lista de tareas pendientes y cíñete a ella

Aunque lo hemos explicado más de una vez, el utilizar una lista de tareas sirve de bien poco si no se usa correctamente, y si no se dan los pasos necesarios para aclarar y organizar adecuadamente lo que se ha registrado en esa lista. Pero para los días en que tengas que trabajar desde casa, puedes confeccionarte una lista con lo que prioritariamente quieras hacer y ceñirte a ella, te evitará que te distraigas con otras tareas más tentadoras y tendrás un plan de acción que seguir desde tu casa.

  • Comunícate proactivamente

No tener presente ni al lado a tus compañeros puede crear algún tipo de barrera entre vosotros. La distancia puede provocar que no se sepa lo que está haciendo cada uno ni cómo va progresando en su trabajo. Es conveniente crear un flujo de comunicación que no sea invasivo, donde se vaya exponiendo los avances y progresos de la materia sobre la que se está trabajando. Para ello existen diferentes herramientas online que lo permiten. Deja que tus compañeros y tu jefe sepan en qué estás ocupado, comparte tus resultados, expón con claridad tus dudas e inquietudes y, si fuera necesario, solicita sus consejos o comentarios.

  • Sé accesible en tu horario de trabajo

Especialmente cuando se trabaja desde casa se debe procurar, en la medida de lo posible, no dejar llamadas sin contestar. La comunicación tiene en este caso mayor importancia, debido a tu ausencia física en el trabajo. Ten en cuenta que muchas de las posibles consultas que te harían si estuvieras allí, te las tendrán que hacer por teléfono. Por tanto, deberás estar más pendiente de ese tipo comunicación.

  • Explica a tus familiares y amigos que, aunque estés en casa, también estás trabajando

Es muy importante que tu familia y tu círculo social más cercano a ti sepan que, en cierto horario, no estás disponible para ellos. Deben saber, con absoluta claridad que el hecho de que estés en casa no significa que estés desocupado: durante los horarios fijados, no estás disponible para nada que no sea tu trabajo. Debes evitar dejarte tentar por otras tareas domésticas o por conversaciones con tu familia o tus allegados. Evita que ellos, aunque no tengan esa intención, te distraigan y te alejen de tus objetivos.

  • Cuida con especial atención tus hábitos saludables

Ten mucho ojo, al estar en tu casa te puedes dejar seducir por circunstancias que no tienes en tu trabajo. Tienes el frigorífico o la despensa cerca, con lo cual puedes caer en un picoteo poco aconsejable. En casa es muy fácil tomar descansos más frecuentes que te ayudan a trabajar productivamente; pero también podemos caer en la tentación de convertir una jornada racional en algo maratoniano, con la idea de disfrutar de más tiempo libre más tarde. Se puede llegar, incluso, a descuidar la higiene personal al no tener que salir de casa. Para trabajar desde casa tienes que cumplir con todos los rituales que forman parte de tus hábitos, igual que si fueras a trabajar a tu empresa. Te recomiendo que te vistas como si fueras a la oficina y que realices una serie de descansos limitados a unas horas determinadas.

  • Cuidado con no separar claramente lo personal y lo laboral

Cuando tu espacio laboral y personal es el mismo, a veces te puede resultar difícil separar los dos aspectos. Al desarrollarse tu trabajo y tu vida en el mismo entorno, te podría resultar más dificultoso llegar a desconectar del todo. Es decir, deberás marcar un punto o una línea a partir de la cual diferenciarás una cosa de la otra. Lograr delimitar esta frontera te será complicado, sobre todo, al principio.

Ventajas del teletrabajo

Personalmente, yo soy un incondicional partidario de la flexibilidad en los horarios laborales, de la racionalización de estos y de poder trabajar desde casa.

Por mi trabajo, he conocido bastantes personas que gozan de esta posibilidad, todas me han hablado de que las ventajas que encuentran son superiores a los perjuicios o los inconvenientes que puede tener por trabajar desde casa. Voy a enumerar algunas de las que más me comentan.

  • Menos distracciones

Muchos trabajadores se quejan de la dificultad para poder concentrarse en sus lugares de trabajo. Esto representa un verdadero problema para su efectividad y productividad, y en general lo achacan a los ruidos, la falta de intimidad o simplemente porque hay compañeros, jefes y elementos junto a su puesto de trabajo que les ocasionan continuas distracciones y paradas en su trabajo que afectan a su productividad. Trabajar desde casa es una buena opción para quienes necesitan crear sus propias condiciones de trabajo, con el fin de hacerlo con absoluta concentración.

  • Posibilidad de trabajar con horarios mucho más flexibles

Si trabajas desde tu casa, probablemente, tu horario pueda ser más flexible, ya que tendrás más holgura para elegir cuándo empezar, cuándo descansar y cuándo terminar tu jornada laboral. Esto es importante si tenemos en cuenta que cada persona puede tener su periodo de máxima productividad en diferentes momentos del día. De esta manera, podrá compaginar trabajos domésticos con trabajos profesionales, aprovechando los mejores instantes para estos últimos, lo que redundará en su calidad y productividad. Por ejemplo, se puede madrugar para hacer un trabajo que requiera mucha concentración sin distracciones durante una o dos horas y después acompañar a los hijos al colegio, sin que esto represente un conflicto para la persona porque, además, le servirá de desconexión para continuar después con su trabajo.

  • Ahorro de tiempo y dinero

Muchas personas tienen que dedicar buena parte de su tiempo para ir y volver a su lugar de trabajo. Bien porque viva relativamente lejos de este o porque, en muchas ciudades, el tráfico representa un problema para los desplazamientos. Ir y volver del trabajo requiere, para muchas personas, una dedicación en tiempo considerable que, seguramente, supone una merma en la oportunidad de dedicárselo a otros menesteres también necesarios como pueden ser: su ocio, su descanso o su vida familiar. Obviar o sacrificar estas necesidades tiene consecuencias y, en general, son siempre negativas. Estos desplazamientos, que representan un esfuerzo físico y mental, también suponen una carga en el estrés de estas personas, que, por ello, pueden llegar a su puesto de trabajo, muchas veces, en unas condiciones que no son las óptimas para el desempeño de sus funciones.

Trabajar desde casa se convierte, ante esto, en una gran ventaja, pues permite ahorrar tiempo en el traslado de un lugar a otro. Y, obviamente, también disminuye los gastos en combustible o en transporte público, y esto de por sí ya es una ventaja económica para estas personas. Además, también representa una mejoría en nuestra aportación de elementos contaminantes en el medio ambiente.

Podríamos seguir enumerando más ventajas, como pueden ser: el ahorro en vestuario, estar más cerca de tu familia, aumento de tu autonomía, la más fácil integración laboral de personas con discapacidades, evitar situaciones de acoso laboral por parte de compañeros, jefes tiránicos, etc.

Los inconvenientes suelen estar en la cabeza de esos jefes o directivos absolutos defensores del presencialismo a ultranza, y no en los resultados que obtienen los que practican la posibilidad del teletrabajo.

La efectividad y la productividad en el trabajo no están en el lugar donde se trabaja, sino que serán el resultado de cómo y qué trabajas con independencia de dónde lo hagas.

 

 

José Ignacio Azkue