Uno de los aspectos más importantes para conseguir tus objetivos tiene que ver con la capacidad de focalizarte en ellos y de mantener ese enfoque hasta que, al final, consigas los resultados esperados. Otro aspecto, también muy importante, tiene que ver con tu capacidad para superar o esquivar el miedo que te pueda producir el supuesto fracaso, en el caso de que no sepas encontrar el camino que debes recorrer para lograr los objetivos marcados.

Para que te sea más fácil no perderte en el intento, te recomiendo que sigas las siguientes sugerencias:

  • Debes mantener el fin en tu mente

No se debe perder de vista el resultado, lo que quieres conseguir con tu objetivo o meta, y para ello es de vital importancia determinar los pasos, las acciones que hay que ejecutar para llegar hasta allí.

El fin y las acciones son dos conceptos completamente diferentes. El primero es el resultado que persigues, mientras que lo segundo son las tareas que tienes que realizar y que siempre serán las acciones físicas que deberás llevar a cabo. Con el fin te motivas y con las acciones progresas: necesitarás los dos para mantenerte encima de la ola y no perder la focalización de lo que quieres lograr.

Si no tienes un objetivo en mente, seguro que llegas a algún sitio, pero será más probable que no sea el que te guste, aparecerás allí donde la suerte o las circunstancias te depositen.

  • Motívate imaginando que ya has conseguido tu objetivo

Atrévete a iniciar viajes imaginarios en los que veas tu objetivo cumplido y a disfrutar con las sensaciones de éxito y logro que vas a percibir en esos viajes. Ver, escuchar y sentir todas esas sensaciones con tu sueño cumplido te servirán de fuente de focalización y de motivación para continuar la marcha, sobre todo, en los momentos en los que el pesimismo y el sentimiento de fracaso te estén acompañando.

  • Debes ser realista con tu objetivo

Proponerte metas inalcanzables, muy difíciles de alcanzar o que están fuera de tus posibilidades no es realista y te hace perder fácilmente la focalización. Siempre se deben sopesar las circunstancias que rodean lo que quieres alcanzar. Exagerar en el fin, probablemente, termine en fracaso y con sentimientos negativos hacia ti e incluso hacia tu objetivo.

También es muy posible que, cuando se haya planteado así algo, aparezca un sentimiento que queremos evitar como es el miedo. Y puede aparecer bien desde el principio o después de haber realizado cierto esfuerzo y trabajo, lo que acaba por paralizarte y abocándote al fracaso.

  • Tendrás más posibilidades de éxito cuanto más conocimiento tengas sobre tu objetivo

Siempre se ha dicho que el conocimiento es poder y es así en cualquier instancia. A la hora de trabajar para conseguir algo, sucede lo mismo. Cuanto más conocimiento tengamos de nuestro objetivo, cuanta más información tengamos, cuanto mejor hayamos preparado todo, más garantías tendremos de ver con claridad lo que queremos y de llegar a nuestro fin.

  • Trata de predecir y prepararte para los posibles obstáculos

El desarrollar una meta no siempre es un camino de rosas, es muy posible que encuentres dificultades; unas serán predecibles y otras imprevistas. Prepárate para los dos casos. Una vez que te sientas con ganas de arrancar, que tengas la suficiente motivación para empezar tu nuevo camino, pregúntate qué cosas o situaciones te pueden impedir alcanzar tu objetivo como, por ejemplo: dinero, tiempo, conocimientos, falta de perseverancia, otras personas o ciertas situaciones. Detalla al máximo todas las dificultades que se te ocurran y empieza a tratar de buscar soluciones para afrontarlas, y para que, si llegan, estés preparado para superarlas.

Uno de los mayores obstáculos que te puedes encontrar es la resistencia natural que se tiene al cambio. Tus creencias y tus hábitos pueden jugarte una mala pasada, estate preparado para identificarlos cuando se dé esta situación. Ten en cuenta que este tipo de obstáculos son tremendamente subjetivos, están en tu cabeza y es muy probable que para otra persona no existan. Como consecuencia, esas ideas limitantes van a entorpecer tu capacidad de movimiento y de crecimiento, ya que interponen una barrera entre tú y los objetivos que anhelabas.

  • Aprende y esfuérzate en no hacer siempre lo mismo

Si sigues haciendo siempre lo mismo obtendrás los mismos resultados que hasta ahora; para alcanzar un objetivo, probablemente, tendrás que cambiar algunas actitudes, alguna manera de pensar y lo más seguro tendrás que llevar a cabo acciones nuevas.

Olvídate del pasado, algo que haya funcionado antes no tiene por qué funcionar en el futuro, atreverse a hacer cosas nuevas es la base del éxito.

  • Disfruta del proceso y del camino que vas a recorrer, pero no te pares al final

En realidad, no sé si lo más valioso de ponerse una meta es conseguir el objetivo final, de lo que sí estoy seguro es de todo lo que se disfruta durante el aprendizaje y el esfuerzo que se realiza, es decir, durante el camino que se recorre. Por supuesto que conseguirlo es muy gratificante y emotivo, pero no deja de ser más que un sentimiento que te va a durar un momento o unos días. En el momento en que puedas decir: «¡Lo conseguí!», es muy probable que todo haya acabado. Y no se puede vivir permanentemente rememorando las sensaciones del éxito momentáneo, hay que seguir. Por ello no te puedes parar; sigue poniéndote más metas al día siguiente, porque junto a la alegría de haberlo logrado, te resultará ya más fácil focalizarte, te sentirás en una nube de motivación, energía y optimismo que te animará a hacer cualquier cosa que te plantees.

  • Define un plan de acción

Una meta, un objetivo o un proyecto sin un plan de acción no deja de ser un deseo que difícilmente se pondrá en marcha. El plan de acción significa definir con claridad todas las acciones físicas que se deben llevar a cabo para conseguir el resultado esperado.

Las acciones físicas, una vez se van cumpliendo, generan una sensación positiva de que vas logrando tu resultado y de que este cada vez está más cerca. Esta sensación o este sentimiento te van a permitir focalizarte y no perder de vista tu objetivo ya que te aportan claridad sobre la acción y motivación para continuar.

Si no tenemos un plan de acción, si no hemos definido lo que se va a hacer con claridad y concreción, el objetivo será un completo fracaso.

Aquí tienes unas ideas que puedes seguir para focalizarte cuando decidas perseguir un deseo o un objetivo. No olvides ninguna y seguramente tendrás muchas más posibilidades de conseguirlo. Suerte y ¡a por ello!

 

José Ignacio Azkue