¿Estarías dispuesto a hacer algo para que cada día te cundiera 2 o 3 horas más, trabajando las mismas horas y todos los días del año? ¿Qué podrías conseguir con ese tiempo extra? ¿Serías más competitivo? ¿Estarías en mejor posición que hoy? ¿Y si tus colaboradores hicieran lo mismo?…

Se puede incrementar el rendimiento equivalente a esos días, todo depende de la productividad personal. Pero además…
Cuántas veces hemos finalizado el día preguntándonos “¿y hoy, qué he hecho?” “Se me ha ido el día… y todo lo que me ha quedado pendiente!!!!”.
¿Cuántas veces el famoso “Tienes un minuto” se ha convertido en media hora que no hemos podido dedicar a nuestros temas?
¿Cuántas veces una reunión ha durado el doble del tiempo previsto, sin haber decidido nada y ha terminado con otra convocatoria para una nueva reunión?
¿Cuánto tiempo hemos perdido en volver a centrarnos en un trabajo que estamos desarrollando y recordar lo que tenemos que hacer con él, tras contestar una llamada o atender un correo electrónico?
¿Con cuántos trabajos pensamos “lo hago yo, que tardo menos”?
¿Cuántas horas de nuestro tiempo de ocio o de descanso sacrificamos para dedicarlo a temas profesionales?
¿Cuántas veces nos hemos sobresaltado al recordar una cita o una tarea que deberíamos haber realizado?
¿Qué es más importante? ¿Trabajar muchas horas o aprovechar bien las horas que trabajas?
¿Te has parado alguna vez a reflexionar por qué pasan estas cosas y si puedes hacer algo para cambiarlas?
Si estas preguntas te han hecho reflexionar. Si te has sentido de alguna manera identificado con ellas. Si ves que personas de tu equipo sufren estas consecuencias. Probablemente sea como consecuencia de la baja productividad. Esto hace pagar un peaje muy caro: trabajar demasiadas horas, estrés, desmotivación, resultados pobres, etc. Debes ser consciente de que la productividad de cada integrante de la empresa está muy relacionada con los resultados y afecta a la calidad de vida.
La mayoría de personas con responsabilidades profesionales se encuentran con necesidades parecidas. Tienen que cumplir con sus objetivos, tienen que conseguir resultados pero no dan abasto, necesitan un sistema que les ayude en sus circunstancias y estilo de trabajo, que les permita desarrollar nuevos hábitos más productivos, que les facilite el liberarse de todo ese exceso de tareas que les agobia, de reuniones poco productivas, de interrupciones, de imprevistos, de cantidad de llamadas al móvil y de correos electrónicos, un sistema que les permita salir cada día del trabajo antes y más satisfecho, con sensación de control, consiguiendo resultados a su vez. Necesitan equilibrar su vida profesional con la personal, aportando más rendimiento en sus funciones.
Todas las cadencias que hemos visto hasta aquí tienen solución a través de la productividad personal. Hay varios métodos unos más sencillos, otros más complejos y tal vez más eficaces.
Debemos ver cuál es el método que mejor se nos se adapta a nuestras necesidades y tratar de implementarlo.
José Ignacio Azkue