Resulta curioso observar que, cuando le damos nuevos significados a las palabras, estamos modificando nuestra capacidad de actuar y, por tanto, de conseguir resultados. Si nos fijamos en la palabra ERROR, en función del significado que le demos en nuestra empresa, conseguiremos una organización con personas que buscan la excelencia o personas muy presionadas con un alto nivel de estrés. Organizaciones innovadoras u organizaciones estancadas. ¿Qué prefieres?

Si en nuestra empresa se instala el concepto de  error como fracaso, el errando es un fracasado. El error se vincula a la persona,  se la considera una torpe por haber fracasado. Se le da una reprimenda importante (con frecuencia en público para mayor escarnio).  Alguien torpe lo es para siempre. Evidentemente, las personas que trabajan en esta empresa no querrán que nadie se entere cuando cometen un error, porlo que intentarán ocultar su torpeza. Las personas que trabajan en una empresa así, tendrán miedo a explorar nuevas opciones, pues es mejor no arriesgarse. Donde escuchamos “más vale malo conocido que bueno por conocer”, son empresas donde se pide autorización para tomar cualquier decisión, son organizaciones reactivas y lentas. Estas empresas se instalan en la exigencia y la presión, donde se vigila que no haya errores. Se sufre mucho en el proceso porque hay un enfoque absoluto al resultado final y se termina teniendo una empresa donde impera el control y la vigilancia.

 

Por el contrario, si en nuestra empresa se toma el error como una equivocación, cuando alguien se ha equivocado en esta ocasión, puede corregir y mejorar para la próxima vez. Nos centramos en el hecho, la equivocación, de la que podemos aprender, es una oportunidad de mejora. Las personas que trabajen en organizaciones de este tipo, tendrán interés en hacer aflorar los errores, pues representan la ocasión de avanzar. En estas empresas la innovac ión está en el ADN de las personas, se arriesgan a mejorar, la proactividad vive en los pasillos y despachos. Estas organizaciones se instalan en la Excelencia para quedarse en ella, disfrutan del camino y con ello consiguen favorecer y generar el compromiso de sus integrantes.

Incorporar nuevos significados a las palabras y ampliar el lenguaje que utilizamos en nuestra empresa puede ayudarnos a tener otro ambiente, a actuar de otra forma, a conseguir otros resultados. Empieza por este concepto de error y verás cómo se amplían tus perspectivas y posibilidades.
Javier Arnal