Ya hemos hablado en un artículo anterior de cómo debemos dividir nuestra lista de tareas pendientes en otras según nuestros objetivos y proyectos.
Nos hemos propuesto hacer lo más complicado a primera hora de mañana, cuando estamos más frescos, con mayor poder de concentración y todas las peticiones, interrupciones y necesidad de los demás las hemos pospuesto para más tarde. Perfecto. La cosa parece que funciona y mejora mi productividad.
Pero de hecho nos siguen quedando tareas que no podemos meter en el calendario diario como comentábamos. Esas actividades sólo pueden aumentar y agobiarnos más. Tenemos que buscar una solución para que nos dejen de estresar.
Aquí es donde entra en juego la “Regla de la Semana” que nos ayuda a que ninguna tarea se nos perpetúe y nos atormente con su presencia.
Procederemos todos los días, determinado mi calendario diario, con las tareas importantes que me hagan avanzar en mis proyectos. Observo las que me quedan fuera. Con las que veo que llevo arrastrando ya más de una semana, tomo una de las siguientes decisiones:

  • – Las hago de inmediato. Con muchas tan solo es el decidirse por hacerla, después nos sorprende la facilidad con la que la hemos realizado. Podemos tener así cantidad de tareas que nos llevan muy poco tiempo.
  •  Busco un hueco y lo fijo en mi calendario. Si no la realizo como en el apartado anterior, les busco un hueco en el calendario. No me importa cuando la ubique, ya que si son lo suficiente importantes como para estar en la lista, deberé comprometerme a hacerla en un momento y día determinado. Deberé tener en cuenta que cuando llegue ese día la debo hacer. Si a pesar de ello sigo sin hacerla, deberé pensar en la tercera solución.
  • – Olvidarme de ella y borrarla de mi lista. Sencillamente admito que no estoy en disposición de realizarla. Debo aceptar la realidad de que aunque piense que esa tarea es importante, no es prioritaria. De ser así ya se hubiera manifestado convirtiéndose en una urgencia. De todas formas si algún día se vuelve prioritaria ya me volverá sin duda a salir en mi lista de tareas pendientes.
  • – Algún día / Tal vez. Si sigues este método evidentemente no estás usando el método de productividad diseñado por David Allen “GTD”. En este método hay una lista que se llama “Algún día / tal vez”. En ella, vamos depositando todas las tareas con las que realmente no tengo un compromiso de hacerlas. Pueden ser acciones futuras, en las que no hay un compromiso para realizarlas en un plazo determinado. También pueden ser meras ideas.

Seguramente pueda borrar muchas de las tareas de esta lista, pero estoy más tranquilo sabiendo que soy capaz de apuntar actividades en esta lista cuando no tengo el valor de borrarlas.
Debo revisar esta lista con una periodicidad al menos mensual. Y quién sabe, tal vez algún día haga algo de esta lista.
Nunca dejes que las tareas se te acumulen indefinidamente en tus listas. Si ves que lleva más de una semana, debes de hacer algo con ella o será un obstáculo para lo que de verdad quieras hacer.

 

José Ignacio Azkue