Seguro que todos los que estáis leyendo este artículo, en alguno o en muchos momentos de vuestra vida habéis sentido que el estrés os dominaba. Pues bien, uno de los mejores modos para superar esa terrible sensación de desasosiego e impotencia es buscar el equilibrio entre las diferentes áreas que componen tu vida.

No hay que tener ninguna duda sobre que alcanzar el equilibrio personal es sumamente importante, y no solo para sentirse bien como persona, tanto física como mentalmente, sino también para tener la suficiente capacidad y serenidad a fin de establecer los planes o los objetivos que, si se logran cumplir, es muy probable que lleven a alcanzar la satisfacción personal, profesional; o ambas.

El equilibrio consiste básicamente en que, entre las diversas áreas de responsabilidad, no haya picos ni estridencias, es decir, que no han de sobresalir unas sobre las otras o, por el contrario, que haya algunas por debajo de la media de las demás.

La felicidad no es una cuestión de intensidad, sino de equilibrio y orden, ritmo y harmonía” Thomas Merton.

Dada mi afición por la cocina y la gastronomía, pondré un ejemplo para la comprensión de esta idea, pensado en un plato exquisitamente preparado. En éste, tendrá que tener el elemento principal un determinado nivel de cocción, ni más ni menos. Lo mismo ocurrirá con la salsa que le acompañe; sus ingredientes habrán de ser mezclados en una determinada proporción pues, de lo contrario, alguno sobresaldrá sobre los otros y cambiará la percepción gustativa del plato. Otro tanto deberemos observar en cuanto a las hierbas o aderezos que añadamos al plato, que no deben quitar el protagonismo a la pieza principal. La temperatura también habrá de alcanzar su punto, ya que podría echar a perder un manjar o bien porque su exceso provoque un cambio en la textura o, por el contrario, la sensación puede que no sea la deseada si está demasiado frio. Es decir, buscaremos un equilibrio en el que todos los elementos estén en armonía unos con otros, cada uno en su lugar y proporción, para que el sabor, la textura, el color, la temperatura, la presentación confluyan en una combinación exitosa.

Las personas también tienen que buscar su estabilidad. Al igual que en el ejemplo anterior, cada cual posee una serie de áreas vitales que tiene que atender, combinar y armonizar de manera que su vida sea lo más equilibrada posible. Y eso significa que se deben de atender ciertas áreas para que esto sea realidad. Mínimamente se tendrá que tener un equilibrio físico que se pueda mantener con cierta estabilidad, así como un nivel psicológico que ayude a enfrentarse a situaciones adversas o difíciles sin que por ello se pierdan los papeles o se hunda uno sin que pueda remediarlo.

Y, ¿de dónde sale ese equilibrio tan necesario para la vida plena? En este mundo nada es gratuito y, por tanto, saldrá del trabajo que hacemos bien sea física o mentalmente, para lo cual se debe de tener en cuenta que será necesario disponer de diferentes niveles de energía, tales como:

  • Energía física, que tiene que ver con el mantenimiento óptimo del cuerpo físico.
  • Energía mental, que será la que permita controlar la mente.
  • Energía emocional, la cual posibilitará la correcta gestión de las emociones.
  • Energía espiritual, la que nos anime, motive e inste a hacer las cosas con pasión y fuerza.

El equilibrio es la clave para una vida exitosa. No niegues tu mente, cuerpo o espíritu. Invierte tiempo y energía en todos por igual; será la mejor inversión que habrás hecho” Tanya Wheway.

Si quiero llegar a lograr ese equilibrio me debería preguntar ¿qué debo hacer para que mi vida sea más redonda, más completa, más feliz, más agradable?, ¿Qué aspectos de mi vida debo mejorar o potenciar para lograrlo? En estas preguntas es indiferente que nos refiramos a nuestra vida personal o a la profesional, ya que en ambas hay aspectos sobre los que seguramente se puede hacer algo para mejorar.

En la vida personal, estas áreas vendrán determinadas por nuestro estilo de vida: vives en pareja, tienes hijos, vives solo, te gusta el deporte, tienes inquietudes de desarrollo personal, cuál es tu ética o tu religión, cómo están tus finanzas, cuánto estás satisfecho de tu trabajo, cómo está tu salud, cómo llenas tu tiempo de ocio, etc.

En la vida profesional dependerá del puesto de trabajo. Si dirige uno su propia empresa, si se es miembro de un grupo de trabajo, si se dirige un departamento, si se trabaja solo. Dependiendo de la situación habrá diferentes áreas sobre las que se pueda enfocar la atención: calidad de producto, productividad de planta, finanzas, clientes, desarrollo de empleados, formación propia o de tu equipo, investigación, apoyo administrativo, etc.

El equilibrio entre vida y trabajo es sin duda una de las luchas más significativas encaradas por el hombre moderno” Stephen Covey.

La mayoría de las personas no están especialmente interesadas en estas áreas de la vida; es más, cuanto más estresadas se encuentren, cuantas más preocupaciones tengan, sean éstas las que sean, menor será el caso que se haga a estos aspectos de la vida.

La carga emocional de los diferentes frentes abiertos que se tengan, tiene una fuerte capacidad de atracción por parte de la mente. Cuanto más focalizados se esté en tratar de resolver esos “problemas”, menos atención se prestará a estas áreas que van a aportar equilibrio a la vida de cualquiera.

Al final se caerá en un círculo vicioso en el que cada vez se prestará menos atención a aspectos fundamentales como la familia, la propia salud, el ocio, la atención a los compañeros, la atención de calidad a los clientes, la formación, el desarrollo personal o profesional, etc., ya que se estará muy atosigado, “ocupándose de temas demasiados importantes como para distraer la mente en temas menores”.

De vez en cuando sería conveniente observar estas diferentes áreas para poder crear un mayor equilibrio entre ellas y el resto de las obligaciones. Uno de los beneficios que aportan estas revisiones, es permitir identificar un número importante de temas a los que se podría dedicar parte de la atención y que probablemente estén aparcados en algún lugar recóndito de la mente, esperando a que se activen para poder proporcionar más felicidad y equilibrio a la vida personal o profesional de cada uno.

Este ejercicio servirá para recordar que hay temas sobre los que se tiene interés y sobre los que se quiere pensar más firmemente, como podrían ser hacer deporte, cuidar la dieta, buscar más tiempo para jugar con los hijos, mejorar el ambiente de la oficina, facilitar un lugar adecuado para el descanso de los empleados, estar más presente en medios de comunicación, mejorar las presentaciones, leer más…

La vida es como montar en bicicleta; para mantener el equilibrio debes seguir moviéndote” Albert Einstein.

Este modo de identificar los asuntos que se podrían trabajar más y probablemente más a fondo, va a permitir plantear nuevos proyectos a ejecutar sobre temas que estaban ocultos en el fondo de los pensamientos.

Si se les aplican de forma conveniente la atención y ejecución necesarias, van a contribuir de manera verdaderamente gratificante a aumentar la autoestima, el dinamismo, la motivación, el equilibrio y la felicidad de quien identifica y se anima a trabajar estas áreas.

 

 

José Ignacio Azkue