Hacer varias cosas a la vez, lo que llamamos multitarea, es una trampa a nuestra productividad. Es además un engaño porque pensamos que hacemos más cosas de las que en realidad hacemos.
Sin embargo, no nos damos cuenta de que nuestra productividad cae más de un 40% en estos casos. En realidad no podemos hacer varias cosas a la vez, sino que lo que hacemos es cambiar de tarea y dejar la otra sin acabar.
Un estudio demuestra que una persona que se distrae al recibir una llamada o un correo electrónico, sufre el equivalente a una reducción de 10 puntos en su coeficiente intelectual. Lo que equivale a pasar una mala noche.
Microsoft Corporation grabó a los empleados trabajando durante varias jornadas. Descubrieron que, de media, se les interrumpía cuatro veces cada hora. Hasta aquí no hay nada nuevo. Lo novedoso es que en la mayoría de las ocasiones, los empleados no reanudaron la tarea que estaban haciendo antes de que les interrumpieran. Y lo que era peor: cuanto más complicada era la misma, menos probabilidades había de que volvieran a ocuparse de ella. Caían en la multitarea.
Tal vez alguno piense que esto se le da bien y que consigue realmente hacer varias cosas a la vez, es más, con la práctica y después de hacerlo durante tanto tiempo, cada vez lo hace mejor.
Tristemente la realidad y el estudio antes mencionado nos señalan que están equivocados. Cuanto más caiga una persona en tratar de hacer varias cosas a la vez, más incompetente se vuelve, peor se le da y aunque sea una excepción en este caso, la práctica no mejora nada, sino que empeora las cosas.
Debemos de tratar de terminar siempre lo que hemos empezado, ya que esto nos hace progresar, sobre todo en aquellas cosas difíciles que requieran pensar y concentrarnos. No sentiremos el frenazo que equivale empezar con otra cosa sin haber finalizado la primera.
El trabajar con varios frentes abiertos eleva sustancialmente el nivel de estrés y ansiedad. Es como si tuviéramos que, en un ejercicio de malabarismo, tener nuestra atención en varias pelotas en el aire y evitar a la vez que caigan al suelo.
Como vemos esta actitud tiene importantes desventajas con respecto a realizar y terminar una tarea, lo que sorprende es que sea tan difícil resistirse a esta mala práctica.
Entonces, ¿cómo evitar la tentación de hacer varias cosas a la vez?
Principalmente, debemos tratar de evitar las distracciones e interrupciones, con esto, tenemos prácticamente ganada la batalla. Debemos saber ver la importancia de lo que estamos haciendo, y será más fácil evitar caer en la tentación de dejar lo que estábamos haciendo para enfrascarnos en otra cosa.

 

José Ignacio Azkue