La dinámica de trabajo que nos rodea hace que a diario realicemos una tarea tras otra o varias tareas a la vez, sin detenernos un segundo a pensar qué es lo que estamos haciendo y para qué nos sirve hacerlo. Actuando de esta manera, es fácil que al llegar el final del día tengamos la sensación de haber hecho muchas cosas pero haber conseguido pocos avances. Esta sensación es un indicador muy fiable de que algo no estamos haciendo bien.
La búsqueda de la consciencia y la atención en lo que hacemos nos lleva a plantearnos algunas cuestiones importantes si realmente queremos actuar con eficacia.
Debemos buscar un método sencillo que nos permita verificar si lo que hacemos nos da resultados. Y este método sencillo, hay que poder ponerlo en práctica en medio de la vorágine diaria, porque es entonces cuando puedo rectificar. Al final del día ya sería tarde.
Una recomendación que hacemos a nuestros clientes cuando se encuentran en esta situación, es que adquieran el hábito de preguntarse justo antes de hacer una tarea “¿es esto lo que debo hacer ahora?, haciendo esta tarea ¿me acerco a mis objetivos?”. Hacerse esta pregunta cuesta entre uno y dos segundos, pero nos ahorra muchísimo tiempo derrochado en tareas sin importancia. Nos ayuda a frenar un segundo en la carrera diaria por hacer y hacer cosas. Nos hace sacar la mente de donde está, para que asome la cabeza por encima de los árboles y dé un vistazo al bosque de nuestros retos y compromisos. Este sencillo hábito o rutina, nos permite reflexionar sobre el compromiso que hemos adquirido con una tarea y decidir si la hacemos porque es una tarea importante o si no la hacemos porque nos habíamos creado un compromiso no real con esa tarea.
Haciéndonos una pregunta tan sencilla, conseguimos aumentar el número de veces que actuamos con foco, en dirección a nuestros objetivos, en lo que nos motiva. Conseguiremos decir NO más veces a las tareas basura y mejoraremos sin duda nuestra productividad.
Y tu, a partir de ahora te vas a preguntar cada vez que empieces una tarea “¿es esto lo que debo hacer ahora?”. Vale la pena probarlo.

 

Javier Arnal