En más de una ocasión cuando imparto formación o seminarios de GTD o productividad personal, me han hecho la misma pregunta. ¿Puedo usar auriculares para escuchar música para de esta manera desconectarme de mi entorno y trabajar con menos distracciones y de forma más productiva?

Sintiéndolo mucho no tengo una única respuesta para esta pregunta. Mejor dicho sí se puede dar una respuesta, pero no se resuelve la duda de la pregunta. Creo, que depende de cada uno, sería la respuesta más adecuada. A mí personalmente, ponerme música mientras trabajo no me ayuda a aislarme de mi entorno y termina distrayéndome, pero sé y conozco casos de personas a las que les ayuda.

En el caso de que te ayude, podemos chocar con la negativa de nuestros jefes a permitirnos trabajar con auriculares. Todavía hay personas que no comprenden que se pueda trabajar así y piensan que vas a rendir menos. Cuesta cambiar algunas mentalidades trasnochadas.

Con lo que sí me he encontrado es con que la prohibición de usar auriculares en la oficina, venía impuesta por el sistema de prevención de riesgos laborales vigente en la empresa. Lo argumentaban diciendo que en caso de emergencia y con los auriculares puestos oyendo música, se puede tener el peligro de que no oigas la alarma en caso de algún siniestro. Tengo que aclarar que solo lo he visto en muy pocos sitios. Personalmente pienso que es una exageración, ya que como veremos más adelante, no se trata de machacarnos los tímpanos a base de decibelios, sino que con una suave melodía mejorar nuestra concentración.

Más de un estudio señala que la música es motivadora en el trabajo y que también puede ser inspiradora. De lo que no hay duda es que tiene beneficios para nuestro cerebro. También parece que está demostrado que afecta positivamente a nuestro rendimiento laboral.

Debemos evitar escuchar música con letra ya que ésta nos puede distraer. De la misma manera, no se aconseja oír programas de radio donde la palabra hablada sea foco de distracción.

La mejor para sentirnos a gusto y concentrarnos en nuestras tareas, es la música melódica e instrumental.

Pongamos música que conozcamos. Con la que nos resulte nueva, a nuestro cerebro le costará más mantener la concentración en nuestro trabajo, será mucho más fácil que de manera inconsciente nos encontremos que nuestra atención se ha desplazado a escuchar esa nueva melodía.

Parece que se procesan mejor las imágenes, las letras y los números mientras se escucha música de fondo, lo que favorece nuestro rendimiento.

Por último, varias encuestas indican que las personas que escuchan música en su trabajo son más felices, eficaces y cometen menos errores.

Pero todo no va a ser positivo. Yo nunca recomendaría música para determinadas tareas. Cuando tengamos que hacer tareas que sean especiales, donde tengamos que entregar todo nuestro potencial, donde se exija un plus de concentración. Es decir, en esas tareas que sean claves para nuestros resultados, la posibilidad de distracción debe ser cero si lo que queremos es terminarla con éxito. En este tipo de tareas no recomiendo la música.

Por lo tanto, solo la recomendaría para trabajos rutinarios, trabajos menores, donde nuestro nivel de exigencia no sea tan elevado.

Hoy en día con los smartphones y las tablets que tenemos, podemos ir al trabajo con cantidad de música almacenada que nos ayude a trabajar y a resolver más productivamente nuestras tareas.

Si necesitas ponerte auriculares para reducir ese ruido de fondo que te impide concentrarte y tus jefes te ponen pegas como hemos comentado antes, proponles usar unos auriculares a los que hayas cortado los cables o unos tapones normales, de esos que venden en las farmacias para por la noche reducir la molestia provocada por los ronquidos de tu pareja.

Y tú, ¿las utilizas en tu trabajo?, ¿has encontrado alguna ventaja si escuchas música mientras trabajas?,  ¿por qué no te animas a experimentar si en tu caso te ayuda?

 

José Ignacio Azkue