Los nutricionistas nos recomiendan empezar el día con un desayuno potente que nos aporte energía para superar la mañana, que es el momento del día que más empuje nos exige. De la misma manera, en términos de productividad personal, nos interesa empezar el día con buenos resultados que nos motiven para continuar la jornada por la senda de la productividad. Queremos empezar con resultados!!

 

Nos interesa comenzar el día con una acción importante, de esas que nos acercan a nuestros objetivos, esas acciones que cuando las terminamos nos sentimos satisfechos porque nos han hecho avanzar, esas acciones que nos exigen concentración y dar el 100% de nosotros, de esas acciones que a veces las vamos pasando de la lista de cosas por hacer de un día a otro sucesivamente sin hacerla, esas acciones que unos autores las llaman Big Rocks, Tareas Clave, Tareas de Alta Rentabilidad. Da igual cómo las llaméis pero sabemos todos a lo que me refiero, esas acciones que nos ponen en el camino de los resultados y la satisfacción personal. El comienzo del día es el mejor momento porque tienes energía, estás despejado y todavía no ha empezado el teléfono a sonar como un loco.

 

Imagínate que empiezas el día, como tantos otros días, abriendo tu programa de correo electrónico y empezando a descargarte un montón de cosas (sin importancia muchas veces) que llegan a tu Bandeja de Entrada con las que llenar tu “ocupado” comienzo del día. Además, un par de compañeros se han acercado a tu mesa para pedirte consejo sobre unos temas y tú te has dedicado veinte minutos a buscar una información para ellos. Mientras tanto, todavía no has mirado tu agenda para hoy. Pero Outlook se ha encargado de recordarte, ya tres veces, que tenías que preparar hoy tus gastos de viaje para el departamento de administración. Lógicamente has hecho esta tarea no sea que se te olvide hacerla si la postergas a otro momento del día (hoy es el día tope para presentar los gastos).

 

De esta manera has llegado a las 12 de la mañana, una mañana en la que has estado muy ocupado en estar ocupado. Pero, probablemente, no puedas decir ningún resultado, ningún avance verdadero hacia tus objetivos, ninguna acción de las que te catapulta. Y, como no podemos engañarnos a nosotros mismos, ese Pepito Grillo que llevamos dentro empieza a decirnos que el día no va bien. El nerviosismo empieza  a aparecer. Además, en todo este rato ha dado tiempo a que nuestra Bandeja de Entrada de e-mail se haya llenado de nuevo en forma de atractivas tareas pequeñas por hacer y nos hayan llamado por teléfono varias veces para hacernos nuevos encargos. Así,  terminamos el día habiendo hecho un montón de cosas pero habiendo conseguido bien poco.

 

Las ventajas de empezar el día con una acción importante son varias: consigues avances hacia tus objetivos, consigues resultados económicos, aumenta tu confianza y motivación, aumenta tu entusiasmo y ganas, te catapulta a un nivel de actividad y concentración que te permite trabajar el resto del día “como una moto” poniendo la atención en lo importante.

 

Como escribe Brian Tracy “Si lo que estás haciendo no te acerca a tus metas, significa que tus acciones te están alejando de ellas.”

 

Os dejo un enlace a un video muy evidente, basado en un libro de Brian Tracy que habla sobre el tema de hoy.     Video

¡Que tengáis un buen día! y ,recuerda, queremos empezar con resultados.

 

Javier Arnal