Cuando estamos con personas que quieren mejorar su productividad personal, en general, todas cometen día tras día, los mismos errores.

Más que calificarlo de “cometer errores” lo deberíamos calificar como que tienen “hábitos poco productivos”.  La productividad personal se basa al fin y al cabo, en una serie de hábitos que nos llevan a realizar una serie de tareas de manera rutinaria.

Esta manera de gestionarse que vemos en este tipo de personas, a mi entender, de forma poco eficaz y adecuada, da como resultado: estrés, insatisfacción, peores resultados y, casi siempre conflictos, tanto personales como profesionales.

De una manera u otra, todas caen en los mismos errores. Si nos fijamos como hemos dicho anteriormente, no son más que hábitos, que si modificamos, nos ayudarían a mejorar nuestra productividad personal. Vamos a identificar qué están haciendo mal.

 

Tienen todo en la cabeza

Utilizan la memoria como almacén donde van tratando de recordar todo lo que les surge a lo largo del día. Es uno de los errores más comunes. Esto, nos obliga a tratar de resolver lo último que nos ha entrado de forma inmediata. Es importante tener una o varias listas donde ir descargando todo lo que nos va surgiendo o nos llama la atención a lo largo del día. Para ello, podemos usar una hoja de papel, un post-it, un cuaderno o incluso, alguna de las numerosas aplicaciones informáticas existentes en el mercado.

No es una persona libre

Esta persona no decide que tareas realiza, son los demás quienes le dictan qué hacer. En el sentido de que cuando decide qué hacer lo hace en función de las demandas de los demás. Es decir, todo el día se pasa resolviendo incidencias, imprevistos, urgencias. Cada vez que le entra un correo, siente la imperiosa necesidad de leerlo.  Esto denota unos hábitos reactivos muy fuertes. Esta persona no se da cuenta que trabaja solucionando en muchos casos necesidades de otros.

No tienen metas u objetivos profesionales y personales

El tener claramente unas metas u objetivos nos da la dirección hacia donde deben ir nuestras acciones. Nos sirve de guía, de brújula para dar la importancia debida a cada tarea que debamos realizar. Nos va a servir para ganar la perspectiva suficiente para darle sentido a nuestro trabajo. ¿Qué triste es cuando se trabaja sin saber para qué? Hay muchas personas que están en esta situación, no tienen objetivos. Pero no solo las personas. En las empresas, sobre todo en las Pymes, la mayoría no tienen unos objetivos claros y bien definidos, por tanto sus miembros ¿qué rumbo van a dar a sus acciones?

Son procrastinadores

Un grave problema para muchas personas. Dejan para otro día la tarea que deberían hacer hoy. Se “autoengañan” diciendo: mañana seguro que la hago, pero llegará ese mañana y sucede lo mismo. Hipotecan su buen hacer, hipotecan su productividad ya que mañana tendrán otras cosas por hacer, hipotecan su autoestima ya que se sienten mal al reconocerse como procrastinadores, hipotecan su automotivación ya que esta actitud les provoca ansiedad y estrés al ver que le quedan tareas por hacer.

Caen constantemente en la multitarea

Es una de las situaciones más improductivas con las que nos podemos encontrar. Ocurre cuando estamos trabajando y nos dejamos interrumpir. Acabamos dejando lo que estábamos haciendo para empezar otra tarea. Al final del día tenemos un montón de tareas empezadas y sin terminar. Muchas veces, al retomar de nuevo esa tarea, la tenemos que empezar desde casi el principio, con lo que perdemos todo el esfuerzo realizado con anterioridad.

No tienen ningún método de productividad para gestionar su día

No saben por tanto cómo gestionar todo lo que les va saliendo a lo largo del día. Como no tienen ninguno método se dedican a trabajar, seguramente muchas horas, de manera descontrolada y sin ningún rumbo. Se van quitando cosas de encima, pero no se ven capaces de priorizar, ya que en general, actúan en modo apagafuegos y en situación de crisis continua.

Su vida profesional ha invadido su vida personal

Tiene abandonadas las principales áreas de responsabilidad de su vida particular y familiar. Hace tiempo que desatiende sus compromisos familiares, se excusa en que no tienen tiempo. Ya no se acuerda cuáles eran sus aficiones y hobbies, ya que hace tiempo que no les dedica ni un minuto.

Hay más, no pretendo hacer un listado exhaustivo que refleje cada una de las características de las personas con baja productividad. Algunas se verán identificadas con todas, otras con algunas. El problema existe si te identificas tan solo con alguna.  ¿Con cuántas de estas características te identificas?. ¿Con todas?. ¿Qué conseguirías si no sufrieras ninguna de ellas?. Si es tu caso, ¿a qué esperas para iniciar un verdadero cambio?

 

José Ignacio Azkue